Toro, Valle del Cauca
Escritos, Crónicas o Poesía

Una Muestra del Talento con las Letras de Nuestros Toresanos

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ARROZ ANDES NACIÓ EN TORO


Se cubrieron nuestras tierras con surcos de: viñedos, maracuyá les, papayales y otros; hoy portento de agricultores que dinamizan nuestra economía. Ya en 1880, nuestros abuelos, habían empezado cultivando: tabaco, maíz, frijol y otros. Ellos fueron precursores, aunque con cansino paso, para llegar a esa amplia gama y variedad de productos, hoy joya de la corona, en la economía toresana. El café es y ha sido desde sus primeros sembrados, efecto colateral, en pos de la solidificación de dicha economía.

El arroz, si nos llegó en costales de fique, de esos que los atraviesa tres rallas rojas, y de puntada ciega. Por iniciativa del señor Guillermo Carvajal, quien, en vía de experimento, y procedente de los departamentos de Huila y Tolima, puso en suelo Toresano, los primeros “bultos” de arroz con propósito comercial. Su hermano Héctor Manuel, primer vendedor.

Su centro de acopio, tuvo por locación, la dulce morada de los Carvajal, ubicada una cuadra arriba del Instituto Agrícola, hoy propiedad de la señora Fátima Roldan. Para competir con “Arroz Nácar” y “Arroz Nacional”, empacado en bolsa plástica y presentación de 500 gramos, y, para entonces ocupantes de los entrepaños de las tiendas y graneros Toresanos. Artesanalmente, Guillermo, cabeza visible de la famiempresa, se craneó la forma de emular la presentación de las citadas marcas.

Por consenso, en tertulia de familia y amigos, nació: “ARROZ ANDES”. Año de 1978, con la recién nacida razón social, empacado en bolsa de 500 gramos, sellada en maquina alimentada por energía eléctrica y pedal como complemento. Jairo Ossa, en una motocicleta Kawasaki (Cabra), distribuyó las primeras unidades por tiendas y graneros del pueblo. Oscar Carvajal y Germán Puerta, fueron los primeros operar arios, pedaleadores incansables de aquella novedosa máquina. Con la ayuda de un tarrito reciclado, de esos en que nos llegaba la avena “Quaker”; apenas, les bastaba llenar dicho recipiente, y “Chumbulún” a la bolsa: exacto su contenido, 500 gramos.

Jairo Ossa, en su Kawasaki (Cabra), proveyó en un comienzo al pueblo, veredas y corregimientos cercanos. La famiempresa creció, por consiguiente, su radio de acción. Se creó la necesidad de utilizar transporte de mayor capacidad, lo que dio pie, a buscar al señor Hincapié. “Transportes Quijada”, propiedad del señor Hincapié, fue la firma escogida para dar cobertura hasta Zarzal y Roldanillo.

A Guillermo en su experimento, no se le rompieron los tubos de ensayo, por el contrario, la famiempresa empezó a aumentar su cobertura, por ende, su planta de personal. Entre otros, hicieron parte de su nómina: José Hincapié (Quijada), Oscar Carvajal, Germán Puerta, Gustavo e Iván los hermanos “Chispunes”, Juan Carlos Alarcón, Mireya Ayala (secretaria). La esposa del profesor Román Zapata, ofició cómo contadora.

En cuanto a progreso y polo de desarrollo, ARROZ ANDES en Toro, dejó un punto muy alto. No solo en las lides cívicas y comerciales, sino en las deportivas. En materia futbolera, conformó el segundo mejor equipo en la historia de Toro. Los hermanos Enrique y Jaime Cobo, los hermanos Duber e Iván los Jymis, Juan Carlos Alarcón, Guillermo Memo Castro, “Nato”, “Moca”, y mi primo, Orlando Ceballos (Caspa) ¡Que “Tonga Dios mío”! Ponían ese balón como un coroso. “Caspa”, especialista en cobrar “Tiros libres”. Ni que Mayer cándelo: suavidad, efecto y precisión. El portero quedaba de catre. ARROZ ANDES, ganó muchos torneos. Hasta le alcanzó para ganar el campeonato interempresarial con sede en Cartago. Enrique Cobo, fue llamado a integrar la selección Cartago por su buen desempeño, en el citado campeonato.

La famiempresa, ya con carácter de empresa, sin jugar la moneda a la cara y sello; permitió que Guillermo exclamara. – “El enano se creció” - dijo a su familia. - Es hora de implantar estrategias, con una visión distinta a la que traemos. Toro es nuestra cuna, es hora de pasar a la cama doble. Nos es más beneficioso por muchos aspectos, destacando el geográfico, mudarnos a una ciudad más acorde con la distribución y acopio del producto. Definir nuestra misión. En síntesis, una matriz DOFA, qué les propongo desarrollemos en Tuluá. Es el centro del Valle del cauca, es un cruce de caminos; además una ciudad intermedia, con mucho empuje comercial e industrial.

Dicho y hecho, ARROZ ANDES tomo carretera: enfiló a Tuluá, a disputarse el mercado con los grandes proveedores del Huila y del Tolima. Modernizó su infraestructura y siguió siendo fiel a su filosofía. Su planta de personal continúo siendo, ciento por ciento Toresana. Con una producción de 25 toneladas día, se extendió hasta Cali y varios municipios del departamento del Cauca.

En “La villa de Céspedes”, su apoyo, en lo atinente al fútbol prosiguió su brega. FAUSTINO EL TINO ASPRILLA, hizo parte de su plantilla en campeonatos del fútbol aficionado en Tuluá. EL TINO, categoría pre juvenil en ese momento; cuando no era convocado a selecciones Colombia, jugaba con el equipo de ARROZ ANDES. Lo corroboró en una entrevista dada por el futbolista, al diario “EL TIEMPO”.

Su tesón y capacidad, visión y misión con perspectivas definidas, hicieron que los Carvajal regresaran a su natal Venadillo Tolima. Allí se instalaron a producir en su propio MOLINO y a gran escala.

ARROZ ANDES nació en Toro, es parte de la otra historia qué les estoy contando en crónicas. La de hoy, ya tomó butaca en la compilación, es parte de mi cuarto libro, LA OTRA HISTORIA DE TORO EN CRÓNICAS.

Gracias por sus aportes y comentarios.


Wilson Ceballos Buitrago
Domingo 06 de Junio de 2021